Acapulco tras el paso del huracán Otis (redes sociales) Por Carlos Ramos Padilla Los hechos, los eventos y los expedientes marcan la peor ...
Acapulco tras el paso del huracán Otis (redes sociales) |
Por Carlos Ramos
Padilla
Los hechos, los eventos
y los expedientes marcan la peor administración local en Acapulco. Inseguridad,
desempleo y una multiplicación de damnificados por el paso del huracán OTIS.
Y, por si fuera poco,
la Auditoría del Estado de Guerrero detectó serias irregularidades en la
administración de la alcaldesa Abelina López por más de 520 millones de pesos,
la extorsión a comerciantes no queda en presionarlos a entregar dinero sino en
ocasiones todo queda en el asesinato de las víctimas.
Aún con todo esto,
Mario Delgado se empeña en impulsar a Abelina López sin importar que se
encuentre en un lodazal de descrédito e incompetencia.
Es evidente que en el
Puerto se ha debilitado y mucho la confianza en Abelina, en López Obrador y en
Morena. Espacios, Territorios como Iguala, Taxco, Chilpancingo, Tecpan de
Galeana, Ixtapa y el propio Acapulco están a merced del crimen organizado. Grupos,
células de extorsionadores y sicarios que lo mínimo de sus actividades es
secuestrar con absoluta impunidad las casetas de peaje y las vías federales de
comunicación.
Ahí estas Los Ardillos,
Los Rojos, los vándalos de Ayotzinapa y muchos más que procuran el retroceso de
lo que antes era una Entidad pujante convertida en paraíso y polo de tracción
turística mundial.
Acapulco fue perdiendo
terreno frente a otras sedes como Cancún y lejos de emprender esfuerzos se ha
convertido en un pésimo botín político. Solo es suficiente escuchar los
pronunciamientos y reclamos de los acapulqueños que hoy pretender sobrevivir a
dos tragedias: OTIS y Abelina.
La violencia en
Acapulco, la Perla del Pacífico, está desbordada por la disputa que mantienen
los grupos criminales. Pero eso no importa para los gobernantes que tendrían
que cumplir con el compromiso constitucional, legal y moral de brindar
seguridad.
Acapulco es y será un
dolor de cabeza al cierre del sexenio y puede, estoy cierto, tirar expectativas
fuertes para las próximas elecciones. Va para 5 meses desde el huracán OTIS y
el gobierno local no tiene la capacidad de retirar la basura en la vía pública
y ha afectado la salud de los ciudadanos, pero el botín político es superior a
responder a las obligaciones.
Brutal deterioro en
Acapulco y en lugar de rectificar buscan esa equivocada continuidad que ha
demostrado su fracaso y negligencia criminal.
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