Por José Luis Camacho Acevedo. Desde que el gobierno federal, entonces encabezado por Enrique Peña Nieto, entró demasiado tarde a conocer ...
Por José Luis Camacho
Acevedo.
Desde que el gobierno federal,
entonces encabezado por Enrique Peña Nieto, entró demasiado tarde a conocer y
ser parte de las investigaciones de la criminal desaparición de 43 normalistas
que procedentes de Ayotzinapa (Normal Rural Isidro Burgos) en el municipio de
Iguala, en el estado de Guerrero, el lamentable suceso se convirtió en una
comedia de equivocaciones en la que intervinieron intereses políticos y
sociales.
Aprovechando esa tardía intervención
de las autoridades federales, grupos de interés trajeron a unos especialistas
en casos como el de Iguala, mismos que costaron a México una considerable suma
para sufragar sus gastos desde 2015 hasta que, en su “informe final” dijeron
que no habían encontrado pistas creíbles del lugar donde presuntamente
masacraron a los muchachos.
Peña Nieto encargó a su amigo el
procurador Jesús Murillo Karam (hoy preso por haber construido una verdad
histórica falsa) y el resultado fue el mismo. Ni los especialistas, ni Murillo
y en la última instancia ni Alejandro Encinas, encargado del caso por el
presidente López Obrador, llegaron a conclusión certera alguna sobre la forma y
el lugar en el que desaparecieron los normalistas.
Encinas, abrumado por los
manipuladores de los padres de los desaparecidos, como es señalado Vidulfo
Rosales, abandonó el encargo, renunció a la SEGOB y fue a refugiarse bajo la
sombra del equipo de campaña de Claudia Sheinbaum.
Ahora que los padres y amigos de los
desaparecidos llevaron sus protestas hasta el grado de cometer actos punibles
como el de derribar una puerta de Palacio Nacional con un vehículo
perteneciente a la Comisión Federal de Electricidad, y unas cuantas horas
después, en Iguala fue asesinado otro estudiante de la normal Isidro Burgos
(centro de estudios destinado a jóvenes de escasos recursos, y de donde
salieron los jefes guerrilleros más famosos de México como Lucio Cabañas y
Genaro Vázquez) al parecer por las fuerzas estatales de Guerrero.
Ya iniciadas las campañas
presidenciales no hay certeza de que el próximo dos de junio puedan instalarse
las casilla en varias zonas de Guerrero dominadas por el crimen organizado y,
muy probablemente que en otros puntos como Taxco y Acapulco, los comicios se
conviertan en escenas sanguinarias y sean por ello anulados.
El presidente, en una más de sus
conocidas estrategias distractivas, anuncia para el 20 de marzo una reunión con
los padres, pero sin sus abogados en los cuales el mandatario ya no confía.
Muy probablemente en esa reunión, si
es que llega a suceder, no habrá ningún acuerdo.
Y entonces AMLO terminará su gobierno
siendo el presidente que ocultó la verdad histórica de Ayotzinapa-Iguala.
EN TIEMPO REAL.
1.- Anne Milgram, directora de la DEA,
aseguró que para ellos nadie está por encima de la ley. Y ratificó que sigue la
pista de dinero sucio en las campañas electorales de Venezuela y Bolivia. ¿Es
una advertencia cifrada para México?
2.- Sigue siendo tema de comentarios
el anuncio por demás enfático de la candidata al gobierno de Guanajuato de la
Alianza Fuerza y Corazón por México, Libia Denisse García Muñoz Ledo de que en
su gobierno no estarán los controvertidos jefes policíacos Alvar Cabeza de Vaca
y Carlos Zamarripa. ¡Tómala¡
3.- Están por anunciarse las fechas de
los debates entre los aspirantes a la jefatura de gobierno de la CDMX. Por la
manera en que se tratan los candidatos en redes sociales (Clara Brugada,
Salomón Chertorivsky y Santiago Taboada) el tema de las acciones inconfesables
como las del Cartel Inmobiliario o la guerra sucia que sufrió de Batres y los
brugadistas Omar García Harfuch, serán temas más recurrentes que la falta de
agua o la contaminación que padece la CDMX.
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