La posible reelección de Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como Alito, como líder del PRI es casi segura. Aunque controla las estructura...
La posible reelección de Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como Alito, como líder del PRI es casi segura. Aunque controla las estructuras internas del partido, sus pésimos resultados electorales en los últimos cinco años han alarmado a la vieja guardia, que teme la desaparición o irrelevancia del partido.
Bajo el liderazgo de Alito, el PRI ha perdido gubernaturas y presidencias municipales. Además, su gestión ha sido criticada por beneficiarse de la venta de candidaturas y pactos de impunidad. La percepción es que el partido representa los intereses de las élites, y Alito, con su manejo personalista, no parece capaz de cambiar esta imagen.
El legado de Alito podría ser la extinción del PRI. A pesar de no asumir en los mejores tiempos del partido, ha sido parte de acuerdos oscuros que los han llevado a convertirse en la 5ta fuerza política. Aferrado al poder, su reelección solo subraya la desesperación dentro del PRI, mientras el partido vive su peor época.
Con seis años en el poder y la intención de quedarse otros seis, Alito se perfila como el dirigente que más tiempo ha presidido el PRI en el siglo XXI. Su liderazgo prolongado podría mantener al partido en un estado crítico, exigiendo hasta el último recurso disponible.
La reelección de Alito no solo representa un riesgo para el futuro del PRI, sino también un reflejo de su decadencia. Si el PRI quiere evitar su desaparición, necesita una renovación profunda que difícilmente llegará bajo el liderazgo de Alito. Su reelección podría ser el clavo final en el ataúd del PRI, marcando el fin de una era en la política mexicana.
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