Por José Luis Ortiz Santillán Este 1 de marzo se han puesto en marcha las campañas electorales rumbo a las elecciones más grandes que Méxi...
Por José Luis Ortiz
Santillán
Este 1 de marzo se han
puesto en marcha las campañas electorales rumbo a las elecciones más grandes
que México ha tenido hasta hoy en su historia, las cuales terminarán el próximo
29 de mayo de 2024. En las 32 entidades que conforman los Estados Unidos
Mexicanos, el próximo 2 de junio acudirán 99 millones 23 mil 975 electores; de
los cuales 51 millones 399 mil 566 serán mujeres y 47 millones 624 mil 306
hombres. Además de 1 millón 553 mil 488 mexicanos que viven en el exterior;
todos ellos podrán votar para elegir 20 mil 708 cargos de elección popular a
nivel federal y local.
De este modo, el
próximo 2 de junio en México, los electores elegirán 9 gobernaturas; 128
senadurías y 500 diputaciones federales, además de elegir un nuevo mandatario
entre tres candidatos, Claudia Sheinbaum Pardo que representa al Movimiento de
Regeneración Nacional (MORENA), al Partido del Trabajo (PT) y al Partido Verde
Ecologista de México (PVEM), dentro de la coalición “Sigamos Haciendo
Historia”; Jorge Álvarez Máynez, del Movimiento Ciudadano y Xóchitl Gálvez Ruiz
que representa al Partido Revolucionario Institucional (PRI), al Partido Acción
Nacional (PAN) y al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la coalición
“Fuerza y Corazón por México”.
Estas elecciones
costarán alrededor de 10 mil 444 millones 157 mil 311 pesos, de acuerdo con
datos del Instituto Nacional Electoral (INE); dentro de un proceso de
transformación democrática que está viviendo México desde el año 2000, cuando
se produjo la primera alternancia en el poder con la llegada a la presidencia
del candidato del PAN, Vicente Fox; luego de más de 70 años de gobiernos del
PRI.
Pero si bien todo
parece indicar que la primera presidenta de México será la Dra. Claudia
Sheinbaum, a falta de congruencia y solidez de la candidata de la oposición,
Xóchitl Gálvez, y de popularidad del candidato del Movimiento Ciudadano, no se
puede tener certitud sobre la composición de la Cámara de Senadores y Diputados
ni las gobernaturas; debido a que MORENA se ha convertido en una suerte de
franquicia y antiguos militantes del PRI, del PAN y del PRD han emigrado a
MORENA o al PVEM para postularse como diputados o senadores por la coalición
“Sigamos Haciendo Historia”; lo cual ha provocado la inconformidad en las filas
de MORENA y seguramente se producirá un voto dividido de millones de mexicanos,
los cuales rechazarán con su voto el ver a los antiguos enemigos de MORENA
ahora reclamando su voto para llegar al Congreso de la Unión desde sus propias
filas.
MORENA surgió en 2011
como una alternativa de izquierda que pretendía ofrecer un nuevo camino para
llegar al poder e iniciar un nuevo período de transformación de México; después
de las elecciones de 2006 que fueron cuestionadas por falta de transparencia y
calificadas de fraudulentas, al fallar el dictamen del Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a favor de Felipe Calderón, candidato
del PAN, sobre Andrés Manuel López Obrador candidato del PRD, por margen mínimo
de 0.58% de diferencia, a falta de segunda vuelta en México.
Sin embrago, hoy los
cuadros de MORENA que habían estado formándose para gobernar y preparándose
para tomar en sus manos la administración pública federal, han visto como la
vieja guardia del PRI, del PAN y del PRD, han cambiado de color para llegar a
tomar las riendas de secretarías de Estado, como la Secretaría de la Función
Pública, aun cuando no comparten los principios de la cuarta transformación que
impulsa el presidente López Obrador; o bien, para convertirse en candidatos de
MORENA a puestos de elección popular.
De esta forma, aun
cuando las aspiraciones de Claudia Sheinbaum son contar con la mayoría del
Congresos en ambas Cámaras para poder aprobar sus reformas, abriendo espacios
para la adhesión a MORENA de expriistas, expanistas y experredistas, la
realidad será otra seguramente al concluir este proceso electoral, obligando al
poder ejecutivo a la cohabitación y a la negociación; pero también, abriendo
fisuras difíciles de sanar en un Movimiento de Liberación Nacional, MORENA, que
aún dista mucho de poder conformarse como un verdadero partido de izquierda en
América Latina y el Caribe. Pero el desenlace de estas elecciones, contrario a
lo que la oposición pregona, más que temor amontonan paulatinamente esperanza
por el futuro.
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